Un cambio de ojo

La Academia Estadounidense de Oftalmología advierte al público sobre dos cirugías para cambiar el color de los ojos que son tendencia en las redes sociales: la cirugía de implante de iris y una cirugía láser que inserta pigmento en la córnea. Ambas cirugías conllevan graves riesgos de pérdida de visión y complicaciones. Estos riesgos y complicaciones deben ser completamente informados a los pacientes. Los pacientes que estén considerando estos procedimientos solo por razones estéticas deben sopesar estos graves riesgos frente a los posibles beneficios. 

Cuando era un niño y veía películas estadounidenses en Tailandia, el sueño de Jack Titus era convertirse en estadounidense. Después de que el modelo lo hiciera realidad hace unos años al mudarse a Las Vegas, desarrolló un nuevo sueño: parecerse más a un estadounidense. Y para él, eso significaba tener ojos que no fueran oscuros como los suyos.

Las lentillas de colores estaban bien, pero cuando comenzó a investigar otras opciones, encontró un tipo de cirugía que podía aclarar sus ojos de forma permanente.

Hace tres años, cuando el hombre de 32 años le dijo a su familia que se iba a someter al procedimiento, se quedaron sorprendidos. “Me dicen que es demasiado arriesgado, porque solo tienes un par de ojos”, dijo Titus.

Los lentes de contacto de color, que cubren la parte coloreada del ojo con una lente tintada, se han utilizado por razones cosméticas desde la década de 1940 (incluso se especula que la miope Marilyn Monroe pudo haberlos usado), pero la cirugía estética para hacer que un cambio de color sea permanente es un fenómeno más reciente. La tendencia ha sido popular en algunas partes de Europa durante aproximadamente una década, pero realmente comenzó a despegar en los Estados Unidos en los últimos años después de que las personas revelaran sus dramáticas transformaciones de color en aplicaciones de redes sociales como TikTok e Instagram.

Los procedimientos llamados implantes de iris han recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. para las personas a las que les falta parte o todo el iris, pero ningún procedimiento está aprobado para fines cosméticos. En enero, la Academia Estadounidense de Oftalmología emitió una advertencia sobre los riesgos de pérdida de visión y complicaciones con dos procedimientos de cambio de color de ojos: los implantes de iris y el que se hizo Titus, llamado queratopigmentación.

Pero cuando Titus se mira al espejo y ve que sus ojos, que alguna vez fueron oscuros, ahora son azul grisáceos, dice que está agradecido de haberse sometido a la cirugía.

El color de los ojos de una persona proviene del iris, el anillo de color que brilla a través de la córnea transparente. Con la queratopigmentación, un cirujano usará una aguja o láser para hacer espacio en la córnea y luego inyectará pigmento en la córnea para ocultar el color original del iris. El procedimiento no es reversible, pero el color se puede modificar si un paciente decide que quiere un tono diferente. Algunos médicos dicen que el color puede desvanecerse con el tiempo y puede ser necesario un retoque.

El médico de Titus, el Dr. Alexander Movshovich, desarrolló un instrumento quirúrgico que crea un pequeño canal en la córnea para esa inyección.

El proceso es como un tatuaje para el ojo, pero en lugar de que el artista haga varios canales en la piel para insertar el pigmento, este procedimiento requiere solo una o dos pequeñas aberturas.

Además, el pigmento puede filtrarse con un tatuaje, pero no con este procedimiento, dijo Movshovich, ya que cierra los canales.

“Es en un espacio aislado”, dijo.

El procedimiento puede costar unos 12.000 dólares y, como es cosmético, no lo cubre el seguro.

“Básicamente, arte”

Movshovich, cuyo consultorio en Nueva York también ofrece procedimientos oftalmológicos típicos como LASIK, cirugías de cataratas y reparaciones de retina, dice que ha realizado casi 1.000 cirugías de cambio de color de ojos, pero admite que al principio tenía dudas sobre su seguridad.

Hace aproximadamente una década, cuando un amigo de Francia le habló de este método quirúrgico, no lo creyó.

“Le dije: ‘Mierda, no puedes hacerlo’”, dijo Movshovich.

En ese momento, las únicas opciones reales para cambiar permanentemente el color de los ojos requerían que un médico implantara un iris protésico sobre el original o usara un láser para destruir las células pigmentarias del iris y aclarar su color.

Cualquier cirugía conlleva un riesgo de infección, pero estos procedimientos en particular también pueden provocar daños en la córnea y pérdida de la visión, según la Academia Estadounidense de Oftalmología.

“Ambos procedimientos fueron totalmente inaceptables para mí”, dijo Movshovich.

Cuando se enteró de la queratopigmentación, quiso saber más. Movshovich voló a Francia, donde observó unas cirugías durante una semana, y dice que el procedimiento satisfizo todos sus intereses.

Un cambio para destacar

En enero, cuando la Academia Estadounidense de Oftalmología publicó su advertencia contra los procedimientos cosméticos de cambio de color de los ojos, la Dra. Ashley Brissette dijo que sus preocupaciones incluían la fuga de tinte, las reacciones alérgicas al tinte y el riesgo potencial de infección. Otras preocupaciones incluyen la sensibilidad a la luz y el daño a la córnea que puede provocar opacidad o pérdida de la visión.

“Todo lo que hacemos con los ojos, tenemos que ser muy, muy cautelosos, y queremos que las personas conozcan toda la información para que puedan tomar una decisión que sea adecuada para ellos”, dijo Brissette, portavoz de la organización y profesora adjunta de oftalmología en Weill Cornell Medicine y New York Presbyterian Hospital. “En realidad, era solo para destacar el riesgo de realizar estos procedimientos cosméticos”.

Un pequeño estudio de 2023 sobre personas que se sometieron al procedimiento en Francia descubrió que la mayoría notó algo de dolor después, además de ojo seco, deslumbramiento y sensación de hormigueo, pero la mayoría de los síntomas desaparecieron en dos días. Algunas personas informaron dolor y hormigueo durante varios meses después, pero la mayoría de los pacientes dijeron que estaban muy satisfechos con el procedimiento.

Movshovich dijo que es tan cuidadoso con la queratopigmentación como con cualquier cirugía y es particularmente consciente de reducir las posibilidades de infección. Ninguno de sus pacientes ha informado de problemas graves relacionados con el procedimiento.

“La posibilidad de una infección general es mínima porque no hay una abertura para el aire y todo se hace en condiciones estériles, ya que es un procedimiento quirúrgico”, dijo.

Utiliza un material de grado médico para el pigmento que diseña para cada paciente basándose en conversaciones en profundidad con ellos.

Las conversaciones son interesantes, dijo, porque también aprende qué motiva a las personas con ojos sanos a elegir la cirugía.

Algunos le dicen que sienten que nacieron con el color equivocado y quieren sentirse más como ellos mismos. Una pequeña fracción, alrededor del 5% al ​​10%, dice que cree que las personas con ojos verdes o azules tienen más éxito en los negocios, son más creativas o incluso más afortunadas. Algunos solo quieren un cambio por razones cosméticas y quieren destacarse.

Estadísticamente, dijo Movshovich, solo alrededor del 15% al ​​18% de la población mundial tiene ojos azules o verdes

“Me parezco a mí misma”

Desde séptimo grado, Reva Stout ha querido cambiar sus ojos castaños oscuros para obtener un aspecto diferente. La veterana de la Marina de 49 años dice que probó casi todos los colores de lentes de contacto que pudo encontrar, incluido un violeta llamativo, pero se cansó de los lentes de contacto y comenzó a investigar otras opciones.

Después de hablar con el personal de la oficina de Movshovich sobre la seguridad y la eficacia, Stout, que vive en Atlanta, reservó un vuelo a Nueva York.

“Mucha gente pensó que estaba loca. Dijeron ‘Oh, Dios mío, ¿por qué harías eso? “Te vas a quedar ciega”, dijo Stout. “Otros entraron en pánico mucho más que yo”. Todo el proceso para que sus ojos se volvieran de un color marrón más claro tomó 27 minutos. “No sentí dolor”, dijo Stout. “Literalmente no sentí nada”.

Tomó antibióticos para prevenir infecciones y usó anteojos de sol durante un par de días después del procedimiento, pero luego comenzó a olvidarse del asunto hasta que pasaba frente a un espejo. Lo mismo sucedió cuando volvió para que le ajustaran el color para que se viera un poco más natural. “Estoy muy feliz con este color ahora”.

Titus dice que, además del problema de explicarle a la oficina de licencias de conducir que cambiar el color de los ojos era realmente posible, ha estado feliz con sus resultados y no ha tenido ningún problema.

“Ahora, con mi nuevo color, me veo como yo misma”.

“La posibilidad de una infección general es mínima porque no hay una abertura para el aire y todo se hace en condiciones estériles, ya que es un procedimiento quirúrgico”